domingo, 8 de junio de 2014

Liturgia de las horas en la vida cotidiana


Hace algún tiempo que estaba con la idea de que Android e iOS con algunas aplicaciones pueden servir para llevar una vida de oración "al paso de las horas" rezando las horas de la liturgia, para ello hay varias app's muy apropiadas: iBreviary, Lectio Divina, Liturgia de las Horas, Laudate y Oradei, en Android; iBreviary, Laudate también en iOS, 
Todas te dan la posibilidad de descargar las horas del día correspondiente; iBreviary además de las horas mayores, te permite descargar las horas menores, misal con sus oraciones correspondientes y algunas otras oraciones particulares. Valiéndose de una alarma programada para sonar en los horarios designados normalmente para rezar las distintas horas: 9:00, 12:00, 15:00 y 18:00 son las que usé yo para poner en práctica la idea, que debo decir me ha resultado muy satisfactoria, una gran ayuda para vivir una vida de oración en unión con la iglesia usando las tecnologías disponibles. Aclaro que, yo en particular, utilizo Android, pero a los poseedores de un iPhone también les es posible realizar tal empresa. iBreviary y Laudate están disponibles en ambas plataformas.

Profecia del nacimiento de Jesucristo


Tres mensajes en Roma anunciando que iba a nacer Jesús

Mensajes sobrenaturales preparando el camino.

El nacimiento de Jesús, la encarnación del hijo de Dios como hombre, fue un hecho sobrenatural preparado con mucha antelación y anunciado a todo el orbe.


Hay por lo menos tres conexiones interesantes entre el nacimiento de Cristo y Roma. Una es la profecía de la Sibila del nacimiento del niño hebreo; otra es la aparición de María al emperador con ese niño; y otra, la fuente de aceite que brotó en el barrio de los judíos.
El reinado romano de César Augusto fue una era de paz, prosperidad y felicidad. Augusto tomó un censo imperial durante esta era de paz, momento en que cerró el templo de Jano, por tercera vez, a los cuarenta años de su reinado. El Príncipe de la Paz nacería en este paréntesis histórico de paz.
Según San Beda el Venerable, “Un amante de la paz, Él iba a nacer en un momento del silencio más profundo. Y no podía haber ningún indicio más claro de la paz que se levantara un censo tomado en todo el mundo, cuyo maestro Augusto reinó en el momento del nacimiento de Cristo por una docena de años en la mayor paz, la guerra se arrullaba hasta dormir en toda el mundo”.
La tradición sostiene que César  Augusto aprendió del oráculo de la Sibila Tiburtina que un niño hebreo haría silenciar todos los oráculos de los dioses romanos.
La tradición también registra que la Santísima Virgen María, con el Niño Jesús en sus brazos, apareció a César Augusto en la colina de Capital. Augusto reconoció que esta visión correspondía a la Profecía sobre el niño hebreo.
En respuesta a esta aparición de María y Jesús, Augusto edificó un altar en el Capitolio en honor de este niño con el título Ara Primogeniti Dei, que significa “Altar del Primogénito de Dios.”
Más de trescientos años después, el emperador cristiano Constantino el Grande construyó una iglesia en este lugar de la aparición y el altar, que se llama Basílica Sanctae Mariae de Ara Coeli, que significa “Basílica de Santa María del Altar del Cielo”.  Ver también para mayor información Nuestra Señora de Araceli, España ( 2 de mayo).
Si se visita la iglesia de hoy, va a observar murales de César Augusto y la Sibila Tiburtina pintados a ambos lados del arco sobre el altar mayor. Estas imágenes recuerdan el oráculo, que profetizó el advenimiento de la palabra hebrea “Primogénito de Dios.”
En el siglo XV, esta iglesia se hizo famosa por la estatua del Niño Jesús tallado en madera de olivo tomada del Jardín de Getsemaní fuera de Jerusalén. La relación de la iglesia con el nacimiento de Cristo, la hizo un lugar apropiado para la devoción a la infancia del Salvador.
Mientras tanto, en el barrio judío de Roma, el día del nacimiento de Cristo,fuente de aceite brotó de la tierra en la taberna de un hombre en lo que hoy se llama Trastevere- la región al sur del Vaticano  y al oeste del río Tíber.
Esta fuente de aceite reveló a los Judios de Roma que el Mesías había nacido, por fin, desde que Mesías o Cristo significan “ungido con aceite.” Al día de hoy, la Iglesia de Santa María in Trastevere marca la ubicación.
El emperador Septimio Severo, quien reinó desde el año 193 a 211, concedió la ubicación de los cristianos. En el año 220, el Papa San Calixto I estableció el sitio como una iglesia, y sus reliquias aún permanecen bajo el altar mayor de la iglesia. La iglesia ha sido reconstruida varias veces y todavía se puede visitar hasta el día de hoy.
Fuentes: Dr. Taylor Marshall, Signos de estos Tiempos

Profecias y revelaciones del nacimiento de JESUCRISTO

Tres mensajes en Roma anunciando que iba a nacer Jesús

Mensajes sobrenaturales preparando el camino.

El nacimiento de Jesús, la encarnación del hijo de Dios como hombre, fue un hecho sobrenatural preparado con mucha antelación y anunciado a todo el orbe.


Hay por lo menos tres conexiones interesantes entre el nacimiento de Cristo y Roma. Una es la profecía de la Sibila del nacimiento del niño hebreo; otra es la aparición de María al emperador con ese niño; y otra, la fuente de aceite que brotó en el barrio de los judíos.
El reinado romano de César Augusto fue una era de paz, prosperidad y felicidad. Augusto tomó un censo imperial durante esta era de paz, momento en que cerró el templo de Jano, por tercera vez, a los cuarenta años de su reinado. El Príncipe de la Paz nacería en este paréntesis histórico de paz.
Según San Beda el Venerable, “Un amante de la paz, Él iba a nacer en un momento del silencio más profundo. Y no podía haber ningún indicio más claro de la paz que se levantara un censo tomado en todo el mundo, cuyo maestro Augusto reinó en el momento del nacimiento de Cristo por una docena de años en la mayor paz, la guerra se arrullaba hasta dormir en toda el mundo”.
La tradición sostiene que César  Augusto aprendió del oráculo de la Sibila Tiburtina que un niño hebreo haría silenciar todos los oráculos de los dioses romanos.
La tradición también registra que la Santísima Virgen María, con el Niño Jesús en sus brazos, apareció a César Augusto en la colina de Capital. Augusto reconoció que esta visión correspondía a la Profecía sobre el niño hebreo.
En respuesta a esta aparición de María y Jesús, Augusto edificó un altar en el Capitolio en honor de este niño con el título Ara Primogeniti Dei, que significa “Altar del Primogénito de Dios.”
Más de trescientos años después, el emperador cristiano Constantino el Grande construyó una iglesia en este lugar de la aparición y el altar, que se llama Basílica Sanctae Mariae de Ara Coeli, que significa “Basílica de Santa María del Altar del Cielo”.  Ver también para mayor información Nuestra Señora de Araceli, España ( 2 de mayo).
Si se visita la iglesia de hoy, va a observar murales de César Augusto y la Sibila Tiburtina pintados a ambos lados del arco sobre el altar mayor. Estas imágenes recuerdan el oráculo, que profetizó el advenimiento de la palabra hebrea “Primogénito de Dios.”
En el siglo XV, esta iglesia se hizo famosa por la estatua del Niño Jesús tallado en madera de olivo tomada del Jardín de Getsemaní fuera de Jerusalén. La relación de la iglesia con el nacimiento de Cristo, la hizo un lugar apropiado para la devoción a la infancia del Salvador.
Mientras tanto, en el barrio judío de Roma, el día del nacimiento de Cristo,fuente de aceite brotó de la tierra en la taberna de un hombre en lo que hoy se llama Trastevere- la región al sur del Vaticano  y al oeste del río Tíber.
Esta fuente de aceite reveló a los Judios de Roma que el Mesías había nacido, por fin, desde que Mesías o Cristo significan “ungido con aceite.” Al día de hoy, la Iglesia de Santa María in Trastevere marca la ubicación.
El emperador Septimio Severo, quien reinó desde el año 193 a 211, concedió la ubicación de los cristianos. En el año 220, el Papa San Calixto I estableció el sitio como una iglesia, y sus reliquias aún permanecen bajo el altar mayor de la iglesia. La iglesia ha sido reconstruida varias veces y todavía se puede visitar hasta el día de hoy.
Fuentes: Dr. Taylor Marshall, Signos de estos Tiempos

LA VIRGEN EN LAS BODAS DE CANA. FOTOGRAFÍA.

EL VERDADERO ROSTRO DE MARÍA SANTÍSIMA!

27 de marzo de 2014 a la(s) 17:28
Historia de la imagen dejada por la Virgen en un encuentro con la “Sierva de Dios” Luigina Sinapi con el mensaje: “Haced lo que El os diga” 
El “regalo” de la Stma. Virgen a Luigina  ¡Parece increíble, sin embargo es cierto! Es el hecho de la impresión del Rostro de la Stma. Virgen, que Luigina recibió un día de Ella misma, en un encuentro que tuvo en los años ’60. Muchas personas cercanas a Luigina en aquel tiempo tuvieron la suerte de escuchar de sus mismos labios lo ocurrido.2 Yo misma fui una de ellas. Tuve el bien de conocerla y participar a aquellos momentos de intimidad en que ella se detenía sobre los hechos extraordinarios de su vida. 
 Hablando de esa imagen y de la belleza misteriosa del Rostro, Luigina hacía nacer espontáneo el deseo de querer saber más,de conocer el origen y el significado de ciertos detalles. Precisamente para responder a esas legítimas preguntas,he querido recoger esos recuerdos para que no se pierdan. Luigina Sinapi me mostró la imagen de la Stma. Virgen a finales de los años’60. Me había llevado a su casa, pocos años antes, Don Giuseppe Tomaselli, un salesiano de santa vida. Luigina fue a por ella fuera del cuarto en que recibía, y acercándose a mí permaneció de pie con la imagen en la mano presentándola ala vista. “¿Puedo besarla?”– le pregunté. Y le dí un beso sobre el cristal del portaretratos. La imagen, como indicó Mons. Guglielmo Zannoni, era de 10 x 14 cm. El marco de oro, moldeado, estaba adornado con piedras de varios colores.3
Un pensamiento me pasó por la mente: estoy ante la Madre de Dios, mis ojos están viendo su Cara. Íntimamente emocionada, pero también vivamente sorprendida,exclamé: “¡Qué bella!”. Queriendo decir: bella de un modo inimaginable,absolutamente más allá. Ante la imagen verdadera, las imágenes a las que estamos acostumbrados se desvanecen. Pero también “bella” por elegante, adornada.“¡Pero la ‘Mamma’ no es una bacucca 4, como tantos se creen!”, fue la respuesta de Luigina, percibiendo en la onda de emoción también un matiz de asombro ante tanta refulgente –divina, pero también humana– belleza. Luigina me contó cómo había recibido el don de esa imagen, y con el tiempo,me participó otros detalles.Ella estaba esperando, como cada primer sábado de mes, la visita de “la Mamma” en su casa de vía Urbino, en Roma, y más exactamente en su capillita; pero aquel sábado la Stma. Virgen no había venido. Luigina se quedó triste y, para consolarse, pensó proyectarse algunas imágenes sagradas, en particular las diapositivas de los Santos Lugares. Una costumbre que incrementó después de la peregrinación a Tierra Santa, en agosto de 1967. 5 En la pared que hacía de pantalla se presenta, según el orden, la diapositiva dela localidad de Caná, lugar del evangélico “banquete de Bodas”, en que Jesús“dio comienzo a sus milagros”.De repente la escena se anima por la presencia real de la Madre de Jesús que intercede ante su Hijo. María está vestida con el vestido de fiesta 6, adornada con las “joyas de la Casa de David”, don de su Esposo José: dos magníficos pendientes de perlas y un broche análogo sobre el húmero sujetando la leve caída del manto. Un tejido impalpable, casi un velo, blanco, se apoya en su cabeza.En una primera pose la Virgen se dirige con los ojos al Hijo diciéndole: “No tienen vino”.En la segunda pose, la imagen presenta el semblante virginal de la “Mujer”, en el momento en que la Madre de Jesús, dirigiéndose a los siervos, pronuncia las arcanas palabras: “Haced lo que El os diga”.

“En Mí encontrarás a Jesús”En el momento de alejarse la Stma. Virgen le dice a Luigina: “¡Te dejo un regalo, mira!”, y añade: “En Mí encontrarás a Jesús”. 10Luigina constata que la presencia de la Madre de Jesús en “las bodas de Caná”ha impresionado dos veces el material empleado en la proyección, dando el retrato de la Madre de Dios en dos poses distintas. Ella llama la efigie “la Virgen en las Bodas de Caná”. La evangélica “Fiesta de Bodas” es el misterioso evento del que procede la imagen.¿Qué mejor “regalo” habría podido hacerle “la Mamma”? ¿O más deseado?Pero Luigina había recibido también un aviso materno: “En Mí encontrarás a Jesús”, le había dicho “la Mamma” en el momento de alejarse.¡Qué palabras misteriosas! Luigina al principio no comprende. Su fe, la fe de“eventos madurados en silencio”, se convierte en operosa espera. Surge la viva exigencia de descifrar el sentido de las arcanas palabras. El júbilo del “regalo”materno era atravesado por ese aviso. Y así, de pronto, el sublime, consolador descubrimiento: en el rostro bello y santo de la Madre, estaba –está– bien visible,el Rostro de Jesús.Basta tapar con una hoja en blanco la parte izquierda de la cara de la Madre, para que en la parte derecha se vea unafigura, igual y distinta: la imagen del Hijo. El Hijo y la Madre son iguales, mas no idénticos, en los rasgos y en la expresión. Luigina busca una confirmación a su descubrimiento y la encuentra de forma convincente en el único punto de parangón indudable: los rasgos del Salvador presentes en el rostro de la “Mujer” que intercede en las Bodas de Caná, coinciden con el divino semblante del Hombre de la Sábana Santa, el único arquetipo del Hombre–Dios.En el regalo de “la Mamma” a Luigina “el Hijo de María” es conforme en los rasgos al rostro de la Madre. Pero la Madre, “Hija de su Hijo”,7 es conforme a El.Cuando Luigina mostraba en el rostro de María el rostro adorable de su Jesús se llenaba de un íntimo consuelo. Era eso el mensaje más grande de la imagen:“Ahí –o sea, en Mí– encontrarás a Jesús”, le había dicho “la Mamma”.7 -

2 – Entre las personas más cercanas a Luigina en aquel tiempo fueron: el P. Raffaele Preite, su Director Spiritual, del Orden de los Siervos de María; el On. Prof. Enrico Medi (Siervo de Dios); Don Attilio Malacchini, Paolino; el P. Giuliano Di Renzo, O.P.; la ProfesoraGiuseppina Cardillo Azzaro.3 – El orfebre de Luigina era Vittorio Buonuomo de Nápoles. 4 – “Bacucca” significa una mujer vieja y anticuada. 5 – El testimonio es de Don Attilio Malacchini, Paolino, que fue con ella en esa peregrinación, y más adelante le procuró a Luigina el proyector, que alquiló junto a la Porta Cavalleggeri (Roma), así como las diapositivas. 6 – María vestía normalmente como su pueblo, una vestidura de tejido pardo, pero en las fiestas también se ponía un vestido azulado con bordados de plata. Son detalles dados por Luigina.