jueves, 13 de noviembre de 2014

El Evangelio del Día

viernes 14 Noviembre 2014 Viernes de la trigésima segunda semana del tiempo ordinarioSan Esteban Teodoro Cuénot, San Esteban de Cuneo Leer el comentario del Evangelio por San Gregorio de Nisa : “Comían, bebían, compraban y vendían...” San Juan 2 1,4-9. Señora elegida: Me he alegrado muchísimo al encontrar a algunos hijos tuyos que viven en la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre. Y ahora te ruego: amémonos los unos a los otros. Con lo cual no te comunico un nuevo mandamiento, sino que el que tenemos desde el principio. El amor consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el mandamiento que ustedes han aprendido desde el principio es que vivan en el amor. Porque han invadido el mundo muchos seductores que no confiesan a Jesucristo manifestado en la carne. ¡Ellos son el Seductor y el Anticristo! Ustedes estén alerta para no perder el fruto de sus trabajos, de manera que puedan recibir una perfecta retribución. Todo el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece en ella, no está unido a Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina está unido al Padre y también al Hijo. Salmo 119(118),1.2.10.11.17.18. Felices los que van por un camino intachable, los que siguen la ley del Señor,Felices los que cumplen sus prescripciones y lo buscan de todo corazón,Yo te busco de todo corazón: no permitas que me aparte de tus mandamientos.Conservo tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.Sé bueno con tu servidor, para que yo viva y pueda cumplir tu palabra.Abre mis ojos, para que contemple las maravillas de tu ley. Lucas 17,26-37. Jesús dijo a sus discípulos: "En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada". Entonces le preguntaron: «¿Dónde sucederá esto, Señor?»Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres". Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios. Leer el comentario del Evangelio por : San Gregorio de Nisa (c.335-395), monje, obispo Homilía sobre le Cantar de los Cantares “Comían, bebían, compraban y vendían...” El Señor hizo a sus discípulos muchas advertencias y recomendaciones para que su espíritu se liberara como del polvo todo lo que es terreno en la naturaleza y se elevara al deseo de las realidades sobrenaturales. Según una de estas advertencias, los que se vuelven hacia la vida de arriba tienen que ser más fuertes que el sueño y estar constantemente en vela...Hablo de aquel sopor suscitado en aquellos que se hunden en la mentira de la vida por los sueños ilusorios, como los honores, las riquezas, el poder, el fasto, la fascinación de los placeres, la ambición, la sed de disfrute, la vanidad de todo lo que la imaginación puede presentar a los hombres superficiales para correr locamente tras ello. Todas estas cosas se desvanecen con el tiempo efímero; son de la naturaleza del aparentar; apenas existen, desaparecen como las olas del mar... Por esto, nuestro espíritu se desembaraza de estas representaciones e ilusiones gracias al Verbo que nos invita a sacudir de los ojos de nuestras almas este sopor profundo para no apartarnos de las realidades auténticas, apegándonos a lo que no tiene consistencia. Por esto nos propone la vigilancia, diciendo: “Tened ceñida la cintura, y las lámparas encendidas.” (Lc 12,35) Porque la luz que ilumina nuestros ojos, aparta el sueño y la cintura ceñida impide al cuerpo caer en el sopor... El que tiene ceñida la cintura por la temperancia vive en la luz de una conciencia pura. La confianza filial ilumina su vida como una lámpara... Si vivimos de este modo entraremos en una vida semejante a la de los ángeles.



from Gmail

via IFTTT

No hay comentarios:

Publicar un comentario