viernes, 22 de septiembre de 2017

Comentario al Evangelio del domingo, 24 de septiembre de 2017

El Dios sorprendente. A los lectores primerizos de la Biblia esta parábola les suele sorprender. No entienden como Jesús puede poner como ejemplo de comportamiento la injusticia patente en que incurre el propietario de la viña. Es una norma aceptada en nuestros días que el salario debe corresponder al trabajo realizado. Pero es que la parábola no habla de eso sino de Dios y de su modo de ser. Entonces, ¿es que Dios es injusto? ¿Es que no paga a cada uno según sus obras?



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